Hay momentos de la vida en los que el temor se convierte en un compañero inseparable.
¿Te suena familiar la sensación de estar sobrepasado por la carga de trabajo?
En el ámbito académico, el final de curso es uno de esos momentos en que los estudiantes sienten que el tiempo se les escapa como arena entre los dedos. La presión de los exámenes y la necesidad de rendir al máximo pueden ser abrumadoras.
Sin embargo, hay quienes lidian con ansiedad crónica. Este tipo de ansiedad puede hacer que cualquier situación se sienta como escalar una montaña con un saco de piedras a cuestas.
Según la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, esto se debe a trastornos de ansiedad que llevan a las personas a preocuparse excesivamente por todo.
Este otro artículo que escribí sobre la ansiedad te servirá:
Cómo vencer la ansiedad: consejos prácticos
El efecto de la ansiedad en el rendimiento cognitivo
Un estudio reciente revela que las personas con altos niveles de ansiedad tienen una gestión de la atención más complicada.
¡Sorpresa! Aunque no hay correlación directa con el rendimiento en tareas específicas, la ansiedad puede afectar nuestra percepción de la atención que tenemos. Imagina estar en una sala llena de ruido y querer concentrarte en una conversación.
Los investigadores de la Universitat de les Illes Balears realizaron pruebas con 106 participantes. Al evaluar sus niveles de ansiedad, se encontraron con que aquellos que se sentían más tensos también percibían su atención como inferior.
Sin embargo, objetivamente, su rendimiento no era tan desastroso como pensaban.
¿Te has encontrado alguna vez en esa situación? Creyendo que el mundo se te viene encima mientras sigues avanzando.
Te sugiero que sigas leyendo este artículo:
Consejos efectivos para vencer la ansiedad y el nerviosismo
Estrategias para manejar el estrés y la ansiedad
La buena noticia es que el estrés y la ansiedad son manejables. Aquí te dejo algunas estrategias que pueden ser de gran ayuda. ¿Listo para ponerlas en práctica?
1. Aceptar lo inmutable:
Cuando te enfrentes a situaciones que no puedes cambiar, respira hondo y acepta que algunas cosas están fuera de tu control. Esto puede liberarte de un peso innecesario.
2. Ejercicio regular:
No hay nada como una buena dosis de actividad física. Caminar, nadar o incluso bailar en casa puede liberar endorfinas que te harán sentir mejor. ¡Ponte los zapatos y mueve el esqueleto!
3. Cambiar la perspectiva:
Reemplaza esos pensamientos negativos como “no puedo” por “voy a intentarlo”. La actitud positiva puede ser un verdadero salvavidas emocional.
4. Conexión social:
No subestimes el poder de una buena charla con amigos o familiares. Mantener relaciones saludables es un antídoto natural contra el estrés.
Escribí estos dos artículos que también te servirán para bajar el nivel de estrés: