Significa que algunos días sentirás que los conoces por dentro y por fuera, y otros días sentirás que no los conoces en absoluto.
Significa que habrá momentos en los que serán tan brillantes y animados y llenos de vida que los verás con ternura y afecto y un poco de desconcierto.
Y luego en otros momentos, te darás cuenta de que algo está mal y que algo les está causando confusión pero no tendrás ni idea de lo que es o por qué está pasando o si es tu culpa o cómo arreglarlo.
Pero cuando amas a un Géminis, sigues adelante y sigues amando, incluso si no sabes lo que estás haciendo o lo que están pensando o a dónde va a ir todo desde aquí.
Cuando amas a un Géminis, amas el hecho de que cada día es diferente e incierto e impredecible, aunque te aterrorice al mismo tiempo.
Los amas por su complejidad, por su vulnerabilidad, por el hecho de que son tan deslumbrantes y sin embargo tan humanos al mismo tiempo.
Cuando amas a un Géminis, vives una vida llena de profundas risas y momentos espontáneos y conversaciones vulnerables y conexiones excepcionales y algunos días realmente duros y algunos días realmente, realmente increíbles.
Cuando amas a un Géminis, vives una vida que involucra crecimiento, desafío, emoción, vulnerabilidad, cambio, profundidad y verdad. Porque cuando amas a un Géminis, la vida nunca es aburrida.
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