El acto de besar es comúnmente asociado con el romance y las relaciones. Sin embargo, más allá de ser una expresión de amor, besar tiene beneficios significativos para la salud.
Pero, ¿qué sucede cuando no se besa tanto como se podría pensar? A continuación, exploramos los beneficios de besar y la importancia de encontrar un equilibrio en las muestras de afecto.
El Poder de un Beso
Besar no solo es una expresión de cariño, sino que también conlleva múltiples beneficios para la salud física y emocional. Un estudio realizado en la década de 1980 por el Dr. Arthur Szabo encontró que los hombres que besaban a sus esposas antes de ir a trabajar vivían, en promedio, cinco años más que aquellos que no lo hacían. Este acto sencillo no solo promovía una actitud positiva, sino que también se reflejaba en una mejor salud física y rendimiento laboral.
Además, besar puede ser un excelente remedio contra el estrés. Libera químicos como la oxitocina y la dopamina, que promueven la felicidad y pueden ayudar a reducir el colesterol.
También se ha descubierto que los besos dilatan los vasos sanguíneos, lo que reduce la presión arterial y puede aliviar dolores de cabeza. Incluso, un estudio de 2003 sugiere que besar puede mitigar los síntomas de las alergias, y a través del intercambio de bacterias, fortalece el sistema inmunológico. Sin embargo, es importante evitar besar a alguien enfermo para no exponerse a virus.
Frecuencia de los Besos: ¿Es Importante?
La frecuencia con la que besamos a nuestra pareja no solo impacta nuestra salud, sino también la calidad de la relación. Según los investigadores John y Julie Gottman, pequeños momentos de afecto, como un beso de seis segundos, pueden fortalecer la conexión emocional y aumentar la intimidad. Sin embargo, no existe una regla universal sobre cuántas veces deberíamos besar a nuestra pareja.
Emily Zeller, terapeuta de parejas, señala que mientras algunas parejas se besan con frecuencia, otras pueden pasar días sin hacerlo y aún sentirse conectadas. Lo esencial es que ambas partes se sientan valoradas y queridas. Cuando uno de los miembros de la pareja siente que falta algo, es fundamental iniciar una conversación, no necesariamente sobre los besos, sino sobre lo que cada uno necesita para sentirse amado y conectado.
¿Cuánto Beso es Demasiado o Insuficiente?
El deseo de besar varía entre las parejas, y lo que es adecuado para una pareja puede no serlo para otra. La terapeuta Marisa T. Cohen menciona que mientras algunos besos pueden ser rápidos y cotidianos, otros más apasionados son esenciales para mantener una conexión íntima. No obstante, la cantidad de besos no siempre se traduce en satisfacción emocional. A veces, un simple gesto de cariño puede ser más significativo que la frecuencia de los besos.
Cuando uno de los miembros de la pareja desea más o menos besos, la comunicación es crucial. Zeller sugiere que encontrar un equilibrio es esencial para que ambos se sientan valorados y emocionalmente conectados. En ciertos momentos de la vida, como al criar hijos pequeños o enfrentar problemas de salud, el deseo de contacto físico puede disminuir. Expresar cómo nos sentimos y entender las necesidades del otro ayuda a mantener la armonía en la relación.
La Clave Está en la Comunicación
Independientemente de cuán a menudo beses a tu pareja, lo importante es que ambos estén satisfechos con la cantidad de afecto físico que comparten. Si deseas cambiar la frecuencia de los besos, las recomendaciones de Jordanne Sculler, consejera de salud mental, pueden ser útiles. Utiliza declaraciones en primera persona para expresar tus deseos, reconoce los diferentes niveles de comodidad y enfoca el afecto como una forma de conexión, no como una obligación.
En última instancia, la comunicación constante es clave. Revisar regularmente las necesidades de cada uno ayuda a mantener la intimidad y asegura que ambos se sientan cómodos y escuchados. Así, ya sea que beses mucho o poco, lo esencial es que tu relación se mantenga fuerte y saludable.