Contenido
- Calor y embarazo: Una combinación peligrosa
- ¿Daños permanentes? Sí, es posible
- Cuando salir es inevitable…
- Tus dudas o consultas al Asistente
Con el calentamiento global echándonos más y más días de “¡Qué calor, qué calor, qué calor tengo!”, las olas de calor se han vuelto un invitado no tan bienvenido. Y si estás esperando bebé, esas altas temperaturas pueden ser además de incómodas, peligrosas.
Pensemos en esto juntos, ¿qué hace que el calor sea una pesadilla para las futuras mamás? Seguro no es solo por las mangas largas y los pantalones de maternidad.
Calor y embarazo: Una combinación peligrosa
Cuando las temperaturas suben, el termostato interno de una mujer embarazada sube también. Es un poco como llevar un calefactor portátil que se enciende a tope cada vez que el sol sale. Dr. Priyanka Suhag, del Departamento de Obstetricia y Ginecología en CK Birla Hospital, nos explica que el calor ambiental puede elevar la temperatura corporal central de una mujer embarazada, llevando a la temida hipertermia.
¿Y cómo funciona esto?
Imagínate paseando por la calle en pleno verano, sin una gota de sombra y sintiendo que te derrites. Ahora imagina lo mismo, pero con alguien más dentro de ti. Las futuras mamás ya tienen un volumen de sangre aumentado y un corazón que trabaja horas extras.
Añádele a eso los cambios hormonales y la incapacidad de regular bien la temperatura. ¡Bingo! Tienes una receta para el desastre.
A mayor calor, más sudor, lo que lleva a la deshidratación si no se toman suficientes líquidos. Y al deshidratarse disminuye el volumen sanguíneo y, por consiguiente, el flujo de sangre hacia la placenta.
¿Daños permanentes? Sí, es posible
Hablar de eso es un poco escalofriante, pero es la realidad. La hipertermia, especialmente en el primer trimestre, puede resultar en defectos del tubo neural como la espina bífida.
Además, la exposición a un calor prolongado puede llevar a bajo peso al nacer debido a la función placentaria comprometida. El estrés por calor podría desencadenar un parto prematuro y con ello las complicaciones relacionadas.
¿Por qué es peor para las embarazadas?
Las mujeres embarazadas son como si llevaran un disfraz de oso panda en pleno verano. Tienen más volumen de sangre y más grasa corporal, junto con una tasa metabólica más alta.
Esas hormonas que se vuelven locas durante el embarazo también afectan la capacidad del cuerpo para regular la temperatura. Así que sí, el calor parece ensañarse con ellas.
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Cuando salir es inevitable…
A veces hay que salir al mundo caluroso, pero no todo está perdido. Aquí unos tips para las futuras mamis:
1. Hidratación a tope: Beber agua a lo largo del día y evitar bebidas con cafeína o mucho azúcar que pueden deshidratarte más.
2. Frescura en casa: Utilizar ventiladores o aires acondicionados y tomar duchas frías para bajar la temperatura corporal.
3. Descansar y reducir actividad: Evitar actividades físicas intensas durante las horas más calurosas del día.
4. Ropa adecuada: Optar por prendas ligeras, sueltas y de colores claros hechas de materiales naturales como el algodón.
5. Planificación: Consultar las previsiones del clima y planificar actividades para las horas más frescas como temprano en la mañana o al atardecer.
Cuidar de ti misma durante el embarazo ya es bastante trabajo, y cuando se le añaden niveles de calor que ni el infierno envidiaría, se hace aún más cuesta arriba. Pero con un poco de planificación y estos tips, puedes mantenerte más fresca que una lechuga. ¡Salud y frescura para ti y tu bebé!
Así que, futuras mamás, ¿cómo planean mantenerse frescas en los días de calor? ¿Algún truco secreto que quieran compartir? ¡Te leo!
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