La sexualidad del signo Leo: Lo esencial de Leo en la cama

Dado que están bajo el patrocinio del Sol, los nativos de Leo tienen un resplandor y una atracción naturales que parecen no tener fin.

La gente se reúne a tu alrededor como las abejas acuden a una flor en flor, sólo para poder recibir un poco de esa energía celestial.

Evidentemente, con una educación tan real, los Leos tienen una disposición característica para permanecer en el centro de atención y disfrutar de la atención de todos.

En cuanto a los asuntos íntimos, mientras les satisfaga plenamente, no importa lo que ocurra en realidad. Tanto si se trata de ser dominado, como de dominar, BDSM u otras técnicas pervertidas, todo está permitido.

Aunque un Leo no sea el individuo más ingenioso y creativo que existe, los Sagitarios, con su actitud dinámica, e incluso los Arianos seguros de sí mismos, pueden desencadenar su lujuria innata y sus habilidades sexuales.

Además, este nativo nunca se echará atrás cuando se centre en algo. Veni, vidi, vici. Así de fácil, un Leo imagina un objetivo y va a por todas, sin perder más tiempo.

Lo que más ansía un Leo cuando se trata de deseos insatisfechos es una combinación de actuación teatral y voyeurismo. De este modo, su enorme ego recibe un gran impulso cuando todo el mundo observa y se queda asombrado ante las habilidades y la magnificencia exhibidas.

A diferencia de los Cáncer, para quienes el sexo no tiene ningún significado especial, salvo la satisfacción de los instintos biológicos, los Leo tienen una perspectiva totalmente diferente.

Esta vez, todo tiene que ocurrir según un guión, o en un contexto peculiar, con ciertos factores que lo hacen inusual.

Más que la mera saciedad de una sed primitiva, el sexo es algo deportivo, un espectáculo al que no se invita a cualquiera y del que sólo unos pocos pueden saber.

Los nativos de Leo pueden alcanzar tal nivel de satisfacción que la pareja se convierte en una presencia obligatoria en sus vidas.

Por ello, esas ansias sexuales sólo pueden ser vencidas por esa persona. Para mantener a estos nativos atentos y centrados, hay que intentar reinventarse constantemente y aportar cosas nuevas. Además, hay que dejar algo claro.

Un Leo siente naturalmente la necesidad de brillar como un diamante y deslumbrar a todos con su esplendor, y esto no debe sorprender a la pareja. Al fin y al cabo, no se puede hacer nada, es el destino de haber nacido Leo.

Sentimientos conflictivos

Apuntar a un Leo es un plan seguro para una relación feliz y gratificante, pero hay algunas condiciones. No puedes esperar que acepte cualquier trato. Sólo lo mejor puede hacer que todo valga la pena.

Al igual que un Leo puede tener una gran autoestima y una tremenda confianza en lo que hace, su lujuria sexual también destaca cuando se compara.

Y la forma de incitar su entusiasmo y hacer hervir su sangre es representando el papel de presa, actuando todo indefenso e inocente frente a un poderoso depredador. También será de gran ayuda decir una palabra de alabanza aquí y allá.

Hablar de cómo te ha destrozado y penetrado su flecha de amor hará maravillas y promoverá ese objetivo.

Por supuesto, la victoria sólo es dulce si la batalla ha sido dura, así que ni se te ocurra admitir la derrota desde el principio. Lucha como si tu vida estuviera en juego. Sólo mostrando falta de voluntad y audacia, todo parecerá lo suficientemente real.

Los acontecimientos dramáticos son básicamente algo cotidiano para un Leo, y no sólo es una rutina, sino también el combustible para ese inmenso impulso sexual y su inagotable espíritu.

Dado su interés por los conflictos sentimentales y los sucesos trágicos, no es de extrañar que los nativos de Leo tiendan a exagerar cuando ven a su pareja hablando con otro hombre. Todo parece ser un coqueteo o una discusión romántica, por lo que entran en escena los celos y posiblemente incluso el desprecio.

Como en un juego de competición, son ellos o el otro, la vida o la muerte, la victoria o la derrota. Obviamente, no están dispuestos a aceptar que haya aparecido otro cazador, y harán todo lo que esté en su mano para ponerle fin.

Hay una pequeña diferencia entre estar en una relación sólo por el espectáculo, y una experiencia de unión en la que se ha invertido mucho esfuerzo, tiempo y dolor.

Además, un nativo de Leo no se limitará a darlo todo por sentado y a jugar el juego en modo fácil. Por el contrario, todo debe estar al máximo, especialmente la vida sexual.

El otro lado

Por supuesto, este nativo puede ser tu confidente más fiel y tu amante más cariñoso si, y es un gran "si", todo va bien y el trato está a la altura de sus expectativas.

Y ni siquiera estamos hablando de la posibilidad de que entre en juego el engaño, porque si eso ocurre, espera que la ira de los dioses caiga sobre ti. Las cosas se pondrán feas, y eso es un hecho que nada puede cambiar.

La venganza casi siempre consiste en lo que se les hizo, sólo que exponencialmente peor. La desviación característica de un Leo es ahí evidente.

Indiscutiblemente, el mejor complemento para este tipo de individuo es el demonio sexual que representa Aries.

Siempre insatisfecho y con ganas de más, éste nunca tiene suficiente y siempre anhela un poco más, varias veces si es posible.

Así que, en el proceso de hacer feliz a un nativo de Aries, los Leos tenderán a dejar de lado cualquier tipo de arrogancia o actitud engreída. Lo que sigue es básicamente una obra maestra llena de momentos memorables que es el sueño húmedo de cualquiera.

¿Acabas de preguntar cómo reconocer a un nativo de Leo? En realidad, es bastante sencillo. Es el que siempre lleva la voz cantante y no acata casi ninguna regla, ya que se lleva el mundo por delante. En la intimidad, o es un éxito total y absoluto, o no es nada.

Básicamente, un Leo queda impresionado en el momento en que muestra la iniciativa y comienza el ataque de inmediato. Si sigue a ese ritmo, es una promesa de que el rey no olvidará mostrar su agradecimiento.

Siendo los que más empuje y confianza tienen entre todos los demás signos del zodiaco, los nativos de Leo son, en definitiva, animales asilvestrados a los que nada les gusta más que disfrutar de la vida en su máxima expresión. Todo lo demás es secundario y sin importancia.

Las personas que no puedan seguir el ritmo dinámico impuesto por ellos sufrirán, directa o indirectamente. La mejor manera de hacer que uno de estos tipos se fije en ti es demostrar que eres algo más que una simple charla. La acción y la iniciativa son muy apreciadas.