Contenido
- El enfado de Leo en pocas palabras:
- Un temperamento muy caliente
- Enfadar a un Leo
- Poner a prueba la paciencia de los Leo
- Volver a los insultos
- Hacer las paces con ellos
- Tus dudas o consultas al Asistente
Los Leos son muy cuidadosos en lo que se refiere a su imagen personal, lo que significa que la mayor parte del tiempo están tranquilos, sin importar lo enfadados que se sientan. Estas personas suelen enfadarse cuando no son admiradas y apreciadas por los demás.
Sin embargo, pueden estar enfadados y no expresarlo, momento en el que se muestran fríos y no se enfadan. Si la situación es extrema, pueden intentar derribar discretamente a la persona que les ha molestado, pero esto no se ve en ellos.
El enfado de Leo en pocas palabras:
Se enfadan por: Las personas que interfieren en sus planes;
No soporta: Los intentos de los demás de controlarles o decirles lo que tienen que hacer;
Estilo de venganza: Una tormenta y un tsunami combinados;
Maquillaje a través de: Un buen comportamiento que les hace olvidar todo.
Un temperamento muy caliente
Los Leos necesitan dominar, lo que significa que no pueden ver a los demás haciendo las cosas mejor que ellos, por no mencionar que no confían en nadie. Por lo tanto, no se debe esperar que los Leos colmen de elogios a los demás o que utilicen palabras cariñosas, ni siquiera que sean agradecidos.
Estos nativos son increíblemente tranquilos, independientemente de la situación. Es más, son dignos independientemente de lo que digan y hagan.
Su temperamento es ardiente porque son un signo de Fuego. Sin embargo, no son de los que se prestan a ningún juego mental, porque les gusta hacer saber a los demás cuándo están enfadados.
Actuando como niños, nunca dejan la impresión de que pueden ser maduros. Es posible que lancen cosas y griten.
De hecho, harían cualquier escena con tal de atraer toda la atención sobre ellos. Es que necesitan expresar sus sentimientos, pase lo que pase.
Porque son un signo de Fuego y pueden quemarse con facilidad, olvidando fácilmente lo ocurrido. Al menos no guardan rencor durante mucho tiempo.
Enfadar a un Leo
La ira de estas personas puede ser extremadamente violenta. Es fácil hacerles enfadar porque sólo quieren ser el centro de atención y son muy egoístas.
Además, buscan dominar, por lo que cuando buscan dominar, ven el rojo delante de sus ojos.
No se les puede interrumpir cuando hablan o cuando presumen. Para que se molesten de verdad, la gente puede robarles el protagonismo, sobre todo si han trabajado duro para conseguirlo.
Necesitan recibir su recompensa para salir de cualquier escena entre aplausos. Como advertencia, los nativos de Leo no deben molestarse porque pueden montar una escena, estén donde estén.
Absorbidos por el drama que viven, son los actores perfectos que, además, ya no permiten que los demás tengan la última palabra. No hay que esperar que se disculpen, porque no se les da bien hacer esto.
Poner a prueba la paciencia de los Leo
Lo que los Leo no soportan es que les corrijan o incluso que les demuestren que están equivocados. Tampoco les gusta que los demás planifiquen su vestuario o que les pregunten de dónde han sacado la ropa.
Tampoco sería una buena idea vestir como estas personas. Cuando alguien habla en su nombre y se relacionan para expresarse, no para entablar una conversación trivial.
No deberían recibir consejos sin sentido y esperar que los sigan porque necesitan probar las cosas por sí mismos.
Además, no es buena idea ser brutalmente honesto con estas personas porque no les gusta que les digan la verdad en la cara. Por lo tanto, no hay que decirles que parecen cansados o que han envejecido.
La mayoría de las veces, cuando se ponen en duda sus rasgos básicos de Leo, se enfadan, lo que significa que no les gusta que les mientan, que se aprovechen de ellos, que les cotilleen, que les avergüencen, que les resten autoridad o que les pongan en ridículo.
Volver a los insultos
A los Leos les encanta el drama y son dominantes. Nunca están enfadados, sino rabiosos. Y lo hacen a gritos, lo que significa que sólo se sienten mejor después de gritar.
Buscan decir cualquier palabra para sacudir la confianza de la gente. Cuando se enfadan, creen firmemente que tienen razón y no pueden echarse atrás en ninguna discusión.
Estas personas tienen la cabeza caliente y pueden utilizar su ira para mostrar a los demás su autoridad.
Además, siempre buscan hacer todo lo que esté en su mano para demostrar que tienen razón, por no mencionar que la mayoría de las veces no están dispuestos a admitir que se están equivocando.
Si se molestan, son insultantes y pueden decir casi cualquier cosa. De hecho, nunca se arrepienten de haber insultado a alguien, porque su ira puede tenerlos casi ciegos.
Los orgullosos Leos no pueden perder la calma, por mucho que les duela. Sin embargo, pueden ir a por su presa y vengarse sin tardar.
Estos nativos pueden cazar a sus enemigos y al mismo tiempo ser destructivos mientras lo hacen. Incluso después de derrotar a sus oponentes, pueden seguir destrozando todo lo que encuentran a su paso.
Al menos, esto no ocurre siempre. Después de ser traicionados, los Leos ya no pueden perdonar ni confiar de nuevo.
Son demasiado orgullosos para hacer rabietas estúpidas como los otros Aries del signo de Fuego, pero sin duda pueden ser indiferentes cuando las cosas no salen como ellos quieren.
Estos nativos tienen más tendencia a aislarse y a no hablar de sus problemas porque no quieren acabar avergonzados.
No son pacientes, no pierden el tiempo pensando por qué deben vengarse o por qué es necesario que se disculpen, por no mencionar que son como la realeza, para la que el orgullo lo es todo.
Los que les hacen daño sin querer deberían intentar auto-ironizarse después y actuar como si no hubiera pasado nada.
Si tienen que hacerlo, deben pedir ayuda a los demás y asegurarse de que los Leos siguen sintiéndose dignos o que no están enfadados con ellos. Esto es lo único que pueden hacer, junto con pedir perdón.
Hacer las paces con ellos
Los Leos dan mucha importancia a su orgullo. Deben ser admirados por la forma en que manejan cualquier asunto y alabados por las cualidades que tienen.
De hecho, tampoco les importaría que les llamaran divinos. Simplemente les encantaría que les llamaran inteligentes y guapos, porque estos adjetivos les hacen sonreír.
Como siempre están representando un drama, las personas que tratan con ellos cuando están enfadados deberían dejar de lado las sutilezas.
A las personas nacidas bajo el signo de Leo hay que explicarles claramente cómo molestan a los demás. Además, las personas con las que se enfadan deberían aportar pruebas de que son inocentes, para que puedan ser tratadas con justicia.
Dejarse intimidar no es una buena idea cuando se trata de estos nativos. Al ser signos de Fuego, tienen un espíritu elevado y un temperamento rápido. Por esta razón, hay que dejar que se calmen después de que alguien les haya hecho enfadar.
En cuanto se calman y se asientan, los Leos pueden recuperar su lógica y su mente clara. Aquellos que se apresuren a enfrentarse a ellos demasiado rápido y de forma demasiado racional pueden quedar fuera de juego.
Basta con darles unos 20 minutos después de un conflicto, y luego disculparse con ellos. Debería seguir una discusión lógica.
Los Leos sólo pueden depender de sí mismos, pero no pueden vivir sin ser alabados y admirados. Su temperamento es duro, pero también una fuente de sus buenos rasgos.
Sin embargo, estas personas tienen la tendencia a actuar como niños malcriados si alguien les molesta.
Para perdonar, necesitan que se les asegure que se les aprecia y se les quiere. A estas personas no les gusta que alguien les ignore. En cuanto se calman, sus adversarios pueden intervenir para que vuelvan a sentirse felices.
Cuando la mala situación desaparece y lo peor que podría pasar ya no forma parte de ella, hacen lo imposible para asegurarse de que vuelven a ser apreciados y queridos.
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