Contenido
- Los baños de hielo: esa moda que congela hasta los músculos
- Beneficios que dejan helado
- Riesgos que te dejarán frío
- Consejos para un baño de hielo sin dramas
- Tus dudas o consultas al Asistente
Los baños de hielo: esa moda que congela hasta los músculos
¿Quién no ha escuchado hablar de los famosos baños de hielo? Celebridades y atletas los promocionan como el secreto mejor guardado para la recuperación muscular. Sumergirse en agua helada tras un ejercicio intenso promete aliviar el dolor muscular y devolver la vitalidad perdida. Pero, ¡espera un momento! No todo lo que brilla es oro, o en este caso, hielo. Los expertos tienen algo que decir al respecto y no siempre es tan cool como parece.
Beneficios que dejan helado
Empecemos por lo positivo. Los baños de hielo, conocidos en el mundo científico como crioterapia, se han vuelto aliados de muchos deportistas. ¿Por qué? Simple, el proceso de vasoconstricción y posterior dilatación de los vasos sanguíneos ayuda a eliminar el ácido láctico de los músculos. Esto no solo favorece la recuperación, sino que también disminuye ese dolorcito que surge tras un entrenamiento intenso. La ciencia respalda esta técnica, y si bien no resucita a los muertos, puede hacer que te sientas como nuevo al día siguiente.
Además, la crioterapia actúa como un analgésico natural. Al sumergirte en agua entre 8 y 16 grados Celsius, no solo calmas el dolor, sino que también liberas endorfinas que mejoran el estado de ánimo. Alan Watterson, cardiólogo experto en terapia de agua fría, resalta que este tipo de baños también pueden mejorar la calidad del sueño. Al enfriar el cuerpo, facilitan la liberación de melatonina, hormona que regula el ciclo del sueño. ¿Quién no quiere dormir como un bebé después de un día agotador?
Riesgos que te dejarán frío
Pero antes de lanzarte a la helada aventura, ten en cuenta que los baños de hielo no son para todos. El doctor Watterson advierte que una exposición prolongada al frío puede provocar hipotermia, lo cual es tan malo como suena. Es fundamental no exceder los 15 minutos en el agua helada. Las personas con hipertensión o problemas circulatorios deben pensarlo dos veces, ya que el frío puede elevar temporalmente la presión arterial.
Y no olvidemos a nuestros amigos diabéticos. La mala circulación de la sangre puede empeorar con la crioterapia, limitando el flujo sanguíneo y aumentando el riesgo de lesiones. Así que, si tienes alguna de estas condiciones, consulta a tu médico antes de arriesgarte a un chapuzón polar.
Consejos para un baño de hielo sin dramas
Para disfrutar de un baño de hielo sin terminar como un pingüino, sigue algunos consejos básicos. Limita la inmersión a 10-15 minutos y asegúrate de que alguien esté cerca, por si acaso decides convertirte en un cubito de hielo permanente. Además, comienza despacio: un par de inmersiones por semana es más que suficiente para notar beneficios sin correr riesgos.
¿Te atreves a probarlo? La próxima vez que pienses en un baño de hielo, recuerda que, como todo en la vida, la moderación es la clave. Después de todo, nadie quiere terminar con el corazón tan congelado como el agua.
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