El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, falleció a los 88 años, dejando un legado de humildad y reforma. Jorge Mario Bergoglio, nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, se destacó por su estilo único y su enfoque en los más necesitados.
Su carta natal, analizada por la astróloga Beatriz Leveratto, revela cómo los signos de Sagitario, Acuario y Cáncer influyeron en su vida y su papado.
Sagitario: El Fuego de la Pasión y la Dirección
Con el Sol en Sagitario, Francisco siempre mostró un espíritu activo y pasional. Este signo de fuego, conocido por su necesidad de marcar un camino, se reflejó en su liderazgo dentro de la Iglesia. Sagitario busca continuamente ampliar horizontes, y Francisco no fue la excepción. Su llamado a "hacer lío" y su confianza en un orden mayor motivaron a muchos a seguir su visión de una Iglesia más inclusiva.
A pesar de enfrentar desafíos de salud desde joven, incluidos problemas pulmonares, su naturaleza sagitariana lo impulsó a seguir adelante. Como docente y políglota, su capacidad de conectar con diversas culturas y religiones fue una manifestación de su deseo de unir y expandir su mundo.
Acuario: La Luna de la Innovación y la Libertad
La Luna en Acuario confirió a Francisco un carácter independiente y singular. Su rechazo a los lujos papales tradicionales, como los zapatos Prada y las limusinas, simboliza su compromiso con una "Iglesia de los pobres". Antes de ser Papa, Bergoglio era conocido por su sencillez y su conexión con la realidad cotidiana de Buenos Aires.
Acuario es un signo de aire que valora la libertad y la hermandad, y Francisco utilizó estas cualidades para fomentar el diálogo interreligioso y la innovación dentro de la Iglesia. Su enfoque no era solo doctrinario, sino también comunitario, buscando siempre la unión y la creatividad colectiva.
El ascendente en Cáncer ofrecía a Francisco una personalidad cálida y cercana. Este signo de agua, asociado con la emoción y la sensibilidad, destacaba su humildad y su capacidad de conectarse profundamente con los fieles. Francisco se mantuvo firme dentro de la estructura eclesiástica, utilizando su posición para proteger a los vulnerables y promover la estabilidad.
Cáncer también simboliza su habilidad para construir desde dentro, transformando la Iglesia con una perspectiva renovadora. Su camino fue uno de contención y nutrición, no solo para las familias de Argentina, sino para toda la humanidad.
Un Legado de Espiritualidad y Cambio
El pontificado de Francisco estuvo marcado por su deseo de reformar y revitalizar la Iglesia desde adentro. Su carta natal refleja un equilibrio entre el fuego apasionado de Sagitario, la innovación de Acuario y la sensibilidad de Cáncer.
En su vida y obra, el Papa Francisco dejó una huella indeleble, inspirando a millones a seguir un camino de amor, humildad y comunidad. Su legado perdurará como un faro de esperanza y transformación en un mundo en constante cambio.