¿Listo para desenmascarar el misterio de la grasa abdominal? Venga, abróchense los cinturones que esto será un viaje emocionante con un toque de humor y un puñado de datos interesantes. ¿Por qué es tan difícil deshacerse de esa tripa rebelde?
El estrés y sus manos largas
Primero, hablemos del villano favorito de todos: el estrés. ¿Sabías que esta molestia puede ser un gran culpable de esos michelines? Sí, cuando estamos estresados, nuestro cuerpo produce cortisol, una hormona que básicamente grita "¡Almacena más grasa en la barriga!" ¿Te ha pasado que después de una semana difícil en el trabajo, esos pantalones ajustan más? ¡Maldito cortisol!
Te sugiero seguir leyendo aquí:
métodos para antiestrés de la vida moderna
Hormonas desordenadas, desorden abdominal
No podemos dejar de mencionar el drama hormonal. Especialmente para las mujeres, los niveles fluctuantes de estrógeno pueden afectar dónde y cómo se almacena la grasa. La menopausia, con su caída del estrógeno, juega un papel importante aquí. Por otro lado, hormona va, hormona viene, nuestra querida insulina también tiene su papel protagónico causando resistencia y acumulación de grasita.
La grasita y sus dos caras: visceral y subcutánea
Aquí está el meollo del asunto, en serio: la grasa abdominal no es solo una. Tenemos a la grasa subcutánea, la que podemos pellizcar (uff) y a la grasa visceral, la que se amontona alrededor de nuestros órganos internos. La visceral es la más peligrosa y la más difícil de perder, pero no te desanimes, ¡luchar contra ella es posible!
La grasa abdominal nos debe alertar sobre nuestra salud. Te sugiero leer más sobre esto en aquí:
Genes del amor… hacia la grasa
¡Ah, la genética! A veces sentimos que la lotería genética no nos trató bien. Y sí, nuestros genes influyen en la forma y lugar donde almacenamos grasa. ¿Alguna vez te has preguntado por qué tú tienes más grasa abdominal que tu amigo que come lo mismo que tú?
Esos genes traviesos tienen la respuesta.
La comidita y el metabolismo
No todo es genética y hormonas. La dieta y el metabolismo también son jugadores importantes en este juego. Consumir más calorías de las que quemas es un boleto directo a la acumulación de grasa. ¿Pero sabías que no todo depende de las calorías? Cómo nuestro cuerpo metaboliza los alimentos tiene un gran impacto.
Así que comer esas ensaladitas no es solo cuestión de calorías, es cuidar a tu microbiota intestinal, esa comunidad de microbios que vive feliz en tu intestino.
Condiciones de salud
Muy bien, ahora baja un poco el ritmo. Algunas condiciones de salud como la resistencia a la insulina o el síndrome de ovario poliquístico (SOP) hacen más difícil la pérdida de grasa. Si te sientes identificado, la visita a un profesional médico puede ser un game-changer.
¡Muévete y respira!
Vamos con la parte movida... ¡la actividad física! Correr, nadar, levantar pesas, todo cuenta. ¿Sabías que solo hacer crunches no te dará un six-pack? Necesitamos una combinación: ejercicios aeróbicos y entrenamiento de fuerza para derretir esa grasa.
Hora de Meditar... ¡yoga para la paz!
Y no olvidemos el papel del zen en tu viaje. La meditación, el yoga y la terapia son excelentes para reducir esos niveles de cortisol. Sí, ¡a relajarse y a quemar grasa!
Aquí un pequeño momento de reflexión: ¿cuántas veces culpas a todo menos al estrés? ¿Cuántas horas dedicas a tu bienestar mental? También, reflexiona sobre tu dieta y esos bocadillos que ni recordarás mañana, pero contribuyen a esos rollitos.
¡Listo! Ahora sabes que la batalla contra la grasa abdominal no es cosa de un día, pero con información y un buen plan, ¡puedes lograrlo! ¿Estás listo para empezar? ¡Tú puedes!
Sigue leyendo aquí:
•
Suscríbete a nuestras novedades y al horócopo gratis en tu email
Compartir nota:
Acuario Aries Cáncer Capricornio Escorpio Géminis Leo Libra Piscis Sagitario Tauro Virgo