No siempre la impaciencia es negativa. En algunos casos, la impaciencia nos ayuda a actuar rápidamente en ciertas situaciones.
Para empezar, produce una gran ansiedad. Puede ocurrir que nunca nada termine satisfaciendo al impaciente, lo cual genera infelicidad.
Querer resultados ahora mismo nos puede llevar a la decepción constante, tanto de sí mismo como de otros.
Superar la impaciencia debe ser un proceso gradual que, justamente, requiere mucha paciencia consigo mismo.
Si estos consejos que te doy no te sirven luego de 4 o 5 semanas, te sugiero buscar ayuda de un psicólogo que te ayudará.
1. Practica la atención plena (mindfulness):
¡Sí! te juro que el mindfulness es de las mejores prácticas que puedes hacer para superar la impaciencia: yo personalmente pude superar mi ansiedad con esta práctica.
Búscate técnicas de mindfulness en YouTube, Spotify, etc. Te ayudarán a relajarte y estar más presente, dejar de pensar tanto en el futuro.
La respiración es una de las claves más importantes aquí.
Si estás muy impaciente, te sugiero probar inspirar aire en tus pulmones durante 5 segundos y exhalar el aire durante 8 segundos. Hazlo 5 o 6 veces, verás que rápido te vas calmando.
2. Establece metas realistas:
Necesitas establecer metas más realistas, alcanzables, dividirlas en pasos más pequeños.
Así te mantendrás motivado y menos ansioso por los resultados.
3. Practica la paciencia activa:
Aprende a aceptar que ciertas cosas toman tiempo y esfuerzo. En lugar de enfocarte en la espera, busca maneras de aprovechar ese tiempo de forma productiva o placentera.
Por ejemplo, puedes dedicarte a aprender algo nuevo (tocar la guitarra o el piano, cantar, oratoria), realizar alguna actividad que te relaje (caminar, jardinería, escuchar música) o simplemente disfrutar el momento presente.
Es importante "cortar" con la impaciencia: cualquier actividad que te saque de tu rutina, para que la impaciencia no sea el motor de tu vida.
4. Desarrolla técnicas de relajación:
Practica la relajación. Te recomiendo yoga, pero también pueden meditar o, como he escrito más arriba, probar con la respiración más pausada.
5. Identifica los pensamientos automáticos:
Observa cuáles son los pensamientos que surgen en tu mente cuando te sientes impaciente: anótalos en una hoja de papel o en la computadora. Escribe también qué te llevó a ese pensamiento (cómo se originó esa idea) y qué sentimiento te generó.
Una vez que vayas identificando estos pensamientos, tendrás que ir reemplazándolos por otros más positivos y realistas. Aunque no creas, funciona. A mí me funcionó.
Una vez más, si no logras calmar tu ansiedad e impaciencia, te sugiero probar con un psicólogo que haga terapia conductual, que es la mejor terapia para resolver este tipo de conductas.