4. Aunque seas honesto cuando dices a tus amigos los guapos, divertidos e inteligentes que son, no crees cuando te dicen lo mismo a ti.
Sientes que solamente te felicitan porque se sienten obligados o porque te tienen algo de cariño. Nunca confías en los cumplidos que recibas sobre tu apariencia o tu personalidad, pero siempre te crees las críticas negativas.
Solamente te enfocas en tus aspectos menos favorecedores cuando te miras al espejo.
5. Es común que no prestes atención a tus buenas cualidades y te enfoques solo en las que consideras pobres.
Por alguna razón, te resulta más fácil ser duro contigo mismo que hacerte un cumplido.
En ocasiones, te resulta difícil recordar la última vez que pensaste que te veías hermosa y lo que sientes al mirar una foto de ti mismo.
A pesar de que no siempre eres pesimista, cuando se trata de tu visión de ti mismo, muchas veces lo eres.
6. Experimentas dudas a la hora de arriesgarte, asumiendo que te vas a avergonzar.
Tal vez no te sientes lo suficientemente guapa para encontrar el amor a través de aplicaciones de citas y no te postulas para el trabajo de tus sueños porque crees que no eres lo suficientemente inteligente.
Puede que te sientas indigno de perseguir tus objetivos y dejas que tus sueños se escapen porque tienes la idea de que vas a hacer el ridículo.
Piensas que no eres lo suficientemente bueno para alcanzar el éxito.
7. Sacudes la cabeza cada vez que la gente intenta darte ánimos, pero llegará el día en que te darás cuenta de que tienes valor.
Descubrirás que tu vida tiene sentido y serás consciente de que mereces ser amado tanto por los demás como por ti mismo.