Piscis es, en muchos aspectos, el más apasionado de todos los signos del zodiaco. Son personas muy perceptivas y empáticas que buscan la intimidad física y mental en una pareja. Su conexión trascendental está formada por su profundo afecto y bondad. Cuando un Piscis se casa, su cónyuge se siente naturalmente único y adorado. Su reticencia puede dificultar el establecimiento de una relación o retrasar el acercamiento. Reconocen de forma innata que, una vez que se sueltan, están entregando esencialmente su corazón y compartiendo su vida con su pareja.
Piscis, una vez en una relación matrimonial, abraza plenamente el concepto de pasión. Cuando las cosas se tuercen, les cuesta apagar sus sentimientos.
Ser adorado por un Piscis es aireado y suave. Este signo es extremadamente cariñoso, además de desinteresado. Si la relación no es genuina, esto podría ser perjudicial, ya que el altruismo de Piscis puede hacer que se expongan al desamor y al engaño. Si sientes algo por Piscis, sé paciente, sincero y educado con él. El matrimonio de Piscis también se conoce como una unión basada en la vitalidad y la capacidad de respuesta. Son personas muy amables cuando se trata de una relación sexual y también les gusta tomarse las cosas con calma a la hora de cultivar las relaciones íntimas.
En general, los Piscis tendrán una buena relación en términos de matrimonio, amor e intimidad.
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