No te enamores de un Cáncer porque tienen el corazón más puro de oro de todos los que conocerás. Ellos entran en relaciones sin motivos o pidiendo nada de ti. Te aman con todo lo que pueden cuando demuestras que te lo mereces. Son agradables y no son los típicos agradables, van más allá de hacer lo mejor para mejorar la vida de los demás.
No te enamores de un Cáncer porque a pesar de tener un corazón de oro son muy reservados. Tienes que trabajar para acercarte a ellos. Te alejarán sólo con la esperanza de que te esfuerces un poco más por ellos. Su amor no es fácil pero es ahí donde te enseñan que las mejores cosas de la vida nunca lo son.
No te enamores de un Cáncer porque recordarán todo lo que les digas aunque sea en un susurro.
Escuchan más de lo que hablan y se preocupan por lo que tienes que decir. Recordarán cosas que ni siquiera recuerdas haber dicho y te conocerán mejor que nadie.
No te enamores de un Cáncer porque se preocupan demasiado. Se preocupan por cómo te sientes y serán muy cautelosos para no decir ni hacer nada malo. Se disculparán demasiado y te preguntarás por qué te piden perdón. Pero sólo quieren que seas feliz.
Pero más que preocuparse por ti, uno de sus defectos es preocuparse por lo que la gente piensa. Mientras que puedes mirarlos y ver a alguien que no tiene ni un solo defecto, la gente que no les gusta los entiende. Y tendrás que contrarrestarlo cada vez que te pregunten por qué.
No te enamores de un Cáncer porque son tan sensibles y emocionales. Te enseñarán a ver las situaciones de manera diferente. Te enseñarán a ser más cuidadoso. Te enseñarán a observar a la gente un poco más de cerca y a captar las cosas. Te encontrarás cambiando porque de repente empezarás a preocuparte no sólo por ti mismo sino por todos los que te rodean y el impacto que tus acciones y palabras tienen en ellos.
No te enamores de un Cáncer porque, por muy buenos que sean, son inseguros por ello. Los llevarás a fiestas y notarás que se ponen un poco nerviosos. Se vuelven un poco más tímidos. No les va bien en grupos grandes, pero si alguien los aparta y les habla uno a uno, se encienden y son la persona que amas.
No te enamores de un Cáncer porque siguen a su corazón. Incluso si es una elección irracional o no lógica, si su corazón está detrás de él, se irán por ahí y no podrás convencerlos de que no lo hagan. Son realmente obstinados cuando se trata de las cosas que quieren. Tal vez eso te incluye a ti.
No lo hacen bien sutilmente. Son francos hasta el punto de que a veces no puedes creerlo, pero son esas pequeñas cosas que más te gustan de ellos.
No te enamores de un Cáncer porque son muy pegajosos y aunque lo consideren un defecto estás feliz de haber encontrado a alguien que se preocupa tanto. Porque se ha convertido en un mundo en el que la gente tiene miedo de preocuparse pero no lo hace.
No te enamores de un Cáncer porque por muy callados y agradables que sean, te tendrán pegado a algo tan simple como una conversación. Los conoces y sientes que los has conocido toda tu vida. Ellos son impecables en la lectura de los demás y debes confiar en su juicio.
No te enamores de un Cáncer porque aunque jures que no lo harás y jures que no son tu tipo, te encontrarás cayendo. Podrías alejarlos y decir que esto no va a funcionar. Pero un día te despiertas y te das cuenta de que amas a Cáncer más de lo que te gustaría admitir. Y eso es lo que son buenos para demostrar que la gente se equivoca.
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