¡Ah, la compatibilidad kármica en pareja! Ese intrigante universo donde el “te conozco de toda la vida” podría ser mucho más que una frase hecha de abuela.
Soy Patricia Alegsa, escritora, psicóloga, astróloga… y testigo de miles de historias de almas perdidas y reencontradas que revuelven café y destino al mismo tiempo.
Si alguna vez te preguntaste si esa conexión inexplicable que sientes con tu pareja viene arrastrando equipaje de otras vidas, hoy vas a despejar esa duda. Y no, no necesitas una bola de cristal, aunque ayuda para el glamour.
Astrología kármica: ¿espejismo o mapa preciso de tus conexiones?
¿Has sentido la sensación electrizante de mirar a alguien y jurar que ya lo conocías de antes? La astrología kármica es como la Wikipedia de tus vidas pasadas y sus enredos relacionales. Su objetivo: leer en la carta natal esos patrones que tuviste, tienes y, spoiler, seguirás repitiendo si no los resuelves. Aquí hablamos de un GPS del alma, no solo del horóscopo que te dice que te cuides de los resfriados cada otoño.
En mi consulta, he visto personas alucinar con la cantidad de información que les revela un buen análisis natal kármico. Sumémosle una sinastría —la comparación de las cartas natales de dos personas— y ¡tachán! El cuadro se pinta con pinceladas de reencuentros antiguos, pactos pendientes y alguna que otra batalla digna de telenovela.
¿Por dónde empiezo? Los puntos clave de la carta natal
Vamos al grano: ¿cómo sabemos si hay conexión kármica? Te invito (casi ordeno) a mirar estos protagonistas de tu carta, y la de tu pareja…
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Nodos lunares: Estos puntos invisibles no aparecen en el cielo, pero tienen una personalidad fuerte en el zodiaco. El Nodo Norte cuenta dónde va tu alma; el Nodo Sur, lo que ya te echaste al bolso de vidas pasadas. Si los nodos de tu pareja se cruzan con los tuyos, presta especial atención: hay lecciones que no terminaste de aprender juntos, y el universo quiere que repitas la materia hasta aprobarla.
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Planetas retrógrados: Muchos los ven como mala suerte, ¡pero yo los aplaudo! Indican energías atascadas de otras vidas. Me he topado en consulta con clientes que tienen a Venus retrógrado y siempre eligen amores imposibles. ¿Casualidad? No. Karma, cariño.
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Casa 12: Mi favorita para rastrear reencuentros de vidas anteriores. Si el Venus, el Sol, o la Luna de tu pareja caen en tu Casa 12, hay un 90% de probabilidades de que antes fueron amantes, rivales… o peor, suegra y yerno mala onda. Aquí se guardan los misterios más jugosos del alma.
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Conjunciones Luna-Nodo Sur: Si alguno de tus luminares hace un “combo” con el nodo sur de tu pareja, la historia se pinta de lazo sanguíneo pasado (hermanos, padres e hijos, etc.). Te reto a que pienses si no sientes ese cariño entrañable y a veces incomprensible por esa persona.
¿Te duele la cabeza? Respira hondo, aún queda tela por cortar.
Las relaciones kármicas, ¿bendición o tortura china?
Este tema merece reflexión. Como psicóloga, he presenciado parejas atrapadas en una danza repetitiva: siempre repiten el mismo tipo de discusiones, mismo desenlace, misma intensidad adictiva. ¿Por qué diablos no se dejan, si tanto “se quieren”? Muchas veces, tu alma se enganchó para terminar asuntos pendientes. Lee otra vez, asuntos pendientes. Y el universo es tan eficiente que, si no lo resuelves, te lo vuelve a traer, pero quizás con otro nombre y diferente perfume.
Yo siempre les digo en mis charlas: “Más vale que aprendas la lección ahora, porque si no, ¡te toca recursar en la próxima vida!” (y sin tiempito extra para estudiar).
Nodos inversos: cuando el destino no se cansa de un buen drama
¿Has conocido parejas con nueve años de diferencia? Curioso, ¿no? Porque da la casualidad de que los nodos lunares tardan justamente ese tiempo en dar media vuelta al zodiaco, así que si el Nodo Norte de uno coincide con el Nodo Sur del otro, ¡booom! Karma puro intensificado. Aquellos que lo viven, suelen decir: “Siento que tenemos asuntos por cerrar”. Y sí, lo sienten porque es real. Es una segunda oportunidad para evolucionar juntos o, al menos, para no dejarse cicatrices nuevas.
¿Reconoces algo de esto en ti o en tu pareja? ¿Alguien acaba de aparecer en tu vida y ya juega en la primera división de tus emociones, sin pasar por el banco de suplentes? No ignores las señales. La astrología kármica te da pistas, pero los protagonistas de la historia son siempre ustedes.
Vamos, te desafío a mirar tu carta, la carta de tu pareja y a revisar si no tienen estos famosos vínculos probados por el tiempo y el karma. ¿Quién sabe? Tal vez el universo te esté invitando a hacer las cosas diferente esta vez. Y si no, recuerda: siempre puedes pedir una consulta extra conmigo, prometo hacerlo menos dramático y mucho más divertido.
¿Has experimentado estas conexiones irresistibles? ¿Te animarías a enfrentarlas o prefieres huir a otra reencarnación? Tú decides. Yo, por experiencia, elijo siempre quedarme a bailar el baile completo, aunque me pise los pies.