Impactantes profecías de Baba Vanga: invasión extraterrestre y nuevas guerras cambiarían el mundo

Las impactantes predicciones de Baba Vanga sobre extraterrestres, guerras y una misteriosa “nueva luz” reavivan el miedo a un inminente contacto alienígena.

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Contenido

1. Baba Vanga: de vidente local a oráculo global del caos
2. La “nueva luz en el cielo”: ¿nave extraterrestre o fenómeno cósmico?
3. OVNIs, guerras y un planeta con los nervios rotos
4. ¿Destino escrito o espejo de nuestras propias sombras?
5. Entonces, ¿qué hacemos con todo esto?
6. Tus dudas o consultas al Asistente

La mezcla perfecta para que medio planeta no pegue un ojo: una vidente ciega, extraterrestres, guerras y un año cargado de tensión global.
¿Profecía, sugestión colectiva o ambas cosas a la vez?

Como astróloga y psicóloga, te digo algo: cuando el mundo se siente al borde del colapso, las profecías no solo se leen; se viven en carne propia. Y eso explica por qué Baba Vanga volvió a los titulares con tanta fuerza.

Baba Vanga: de vidente local a oráculo global del caos

Baba Vanga, nacida en Bulgaria en 1911 y fallecida en 1996, empezó como una curandera y vidente muy querida en su región. Poco a poco, políticos, militares y gente común fueron a consultarla.

Se le atribuyen supuestas predicciones como:

• La caída de la URSS


• El desastre de Chernóbil


• El tsunami del 2004 en Asia


• Los ataques del 11 de septiembre

¿Problema? Ella casi no dejó nada por escrito. Otros anotaban sus visiones, muchas veces años después.
Como investigadora del simbolismo y de la mente humana, esto me llama la atención: cuando no existe un registro directo, la memoria y el miedo rellenan huecos.

Aun así, la figura de Baba Vanga creció tanto que hoy la comparan con Nostradamus. Y cada vez que el mundo entra en crisis, alguien saca una “profecía nueva” suya de la galera.

La “nueva luz en el cielo”: ¿nave extraterrestre o fenómeno cósmico?

Según su sobrina y otros cercanos, Baba Vanga habría dicho que en 2025 la humanidad vería una “nueva luz en el cielo” durante un evento deportivo masivo, visible desde todo el mundo.

No dio país, ni ciudad, ni torneo. Por eso, las especulaciones vuelan:

• Finales de fútbol internacional


• Grandes premios de Fórmula 1


• Juegos multideportivos, torneos de tenis de élite, etc.

Lo más interesante es lo que se le atribuye como “mensaje” de esa luz:
No sería un anuncio de destrucción, sino una aparición que traería respuestas sobre la existencia humana.
Es decir, más revelación que invasión.

Como astróloga, esto resuena con algo típico de los grandes tránsitos de Urano y Neptuno: irrupciones súbitas de información que obligan a cambiar la visión del mundo. ¿Ovnis? ¿Datos científicos? ¿Ambos?

Aquí entra en escena el famoso objeto 3I/ATLAS.

¿Qué es 3I/ATLAS y por qué muchos lo conectan con Baba Vanga?

En julio de 2025, un telescopio en Chile detectó un objeto interestelar llamado 3I/ATLAS:

• Diámetro aproximado: unos 20 km


• Velocidad: más de 200.000 km/h


• Trayectoria hiperbólica: viene de fuera del Sistema Solar y no regresa

Es el tercer objeto interestelar detectado, después de ‘Oumuamua y 2I/Borisov.
Y aquí empezó la novela.

El astrofísico Avi Loeb sugirió que podría tratarse de una sonda alienígena, como ya insinuó antes con ‘Oumuamua. Varios científicos reaccionaron rápido y con bastante ironía:

• La astrónoma Samantha Lawler lo calificó de simple cometa interestelar.


• Chris Lintott y otros astrónomos insistieron en que no muestra señales de fabricación artificial.

La comunidad astronómica pide calma: hasta ahora, 3I/ATLAS se comporta como un cuerpo natural, no como una nave espacial.
Pero claro, el anuncio se da cerca de un año cargado de especulaciones sobre “luces en el cielo” y eventos globales. La mente humana conecta puntos; la lógica muchas veces llega tarde.

¿Y si la “luz” no es una nave?

Muchas interpretaciones de la predicción apuntan a fenómenos astronómicos:

• Una posible supernova visible desde la Tierra, como la famosa estrella T Coronae Borealis.


• Tormentas de meteoros especialmente intensas.


• Auroras boreales visibles en latitudes inusuales por tormentas solares extremas.

Como astróloga, veo un matiz interesante: en lenguaje simbólico, “nueva luz en el cielo” también puede describir un descubrimiento científico que cambie la visión del cosmos.
Por ejemplo: detección clara de atmósfera habitable en un exoplaneta, o señales químicas que indiquen vida microbiana fuera de la Tierra.

Aquí entra otra figura mediática: Athos Salomé, el llamado “Nostradamus viviente”, quien sostiene que el contacto con extraterrestres no llegará con una nave aterrizando en un estadio, sino a través de:

• Datos del telescopio James Webb


• Documentos clasificados desclasificados por gobiernos


• Señales indirectas, no un platillo volador en medio de una final

Desde la psicología, esto tiene sentido: la humanidad teme lo que imagina como invasión, pero en realidad lo más probable es algo aburridamente técnico: papers, espectros de luz, tablas y conferencias de prensa.

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OVNIs, guerras y un planeta con los nervios rotos

La cosa no termina en el cielo. Las supuestas predicciones de Baba Vanga para estos años también incluyen:

• Riesgo de conflictos militares graves, con referencias a armas de gran poder.


• Menciones a “grandes potencias en choque” y cambios de fronteras.


• Advertencias sobre el uso irresponsable de nuevas tecnologías.

En algunas versiones poco fiables se le atribuyen frases sobre una Tercera Guerra Mundial, conflictos nucleares o ataques químicos.
Históricamente, muchas de esas afirmaciones aparecieron después de momentos de tensión geopolítica.
Es decir: la profecía se adapta al miedo del momento.

Hoy vemos:

• Guerra y tensión en varias regiones del mundo.


• Carrera armamentista tecnológica: drones, ciberataques, IA militar.


• Bloques de poder que compiten por recursos, energía y control tecnológico.

Como astróloga, muchos de estos climas encajan con ciclos de Plutón (poder, control, destrucción) y Marte (guerra, impulso, ataque) en signos clave.
Como psicóloga, veo otra cosa: cuando la gente se siente atrapada entre guerras, inflación, clima extremo y noticias de ovnis, el cerebro entra en modo “todo o nada”.
Ahí las profecías apocalípticas se filtran con una facilidad brutal.

¿Y los OVNIs oficiales?

Vivimos un tiempo único: gobiernos que antes se reían de los ovnis ahora hablan de UAP (Fenómenos Aéreos No Identificados).
En los últimos años:

• El Pentágono publicó videos de objetos que maniobran de forma muy extraña.


• Pilotos militares reportaron encuentros con objetos que no entienden.


• Científicos hablan de “anomalías” más que de “platillos voladores”.

También circulan versiones sobre:

• Materiales “no humanos” recuperados en campos de tiro o zonas militares.


• Posibles anuncios presidenciales sobre vida extraterrestre.


• Rumores alrededor de figuras como Donald Trump, que supuestamente sabría más de lo que cuenta.

La mezcla de filtraciones, silencio oficial y medias verdades crea algo muy potente: un caldo de cultivo perfecto para que las profecías de Baba Vanga parezcan confirmarse cada semana.

En mi consulta, más de una persona ya me dijo:
“Si Vanga habló de guerras y extraterrestres, ¿no será que todo esto ya está escrito?”

Y ahí suelo responder:
“Lo que está escrito son nuestros miedos; cómo los usamos todavía depende de nosotros”.

¿Destino escrito o espejo de nuestras propias sombras?

Cuando revisas con lupa las predicciones de Baba Vanga, ves algo clave:

• Muchas se formularon de forma simbólica, abierta, sin fechas exactas.


• La mayoría se conoce por terceras personas, no por escritos de ella.


• Las interpretaciones cambian con cada década y con cada crisis nueva.

Desde la psicología, las profecías funcionan como pantallas donde proyectamos el miedo a:

• Lo desconocido (extraterrestres, fenómenos cósmicos).


• Perder el control (guerras, colapsos económicos).


• Que alguien “allá arriba” decida nuestro futuro.

Entonces, ¿qué hacemos con todo esto?

Te propongo tres cosas muy concretas:

• Usa las profecías como metáforas, no como cadenas.
  Pueden inspirar reflexión, pero no deben dictar tu vida.



• Mira al cielo, pero también al suelo.
  Preocúpate por los extraterrestres si quieres, pero también por cómo te hablas, cómo tratas a los demás y qué haces con tu propio miedo.



• Sin negar ni tragar todo.
  Mantén una mente abierta a la posibilidad de vida en otros mundos, pero también un criterio crítico ante rumores, titulares sensacionalistas y “profecías recicladas”.

En lo personal, después de años escuchando historias apocalípticas de todo tipo, veo un patrón:
La gente rara vez se derrumba por lo que realmente pasa, sino por lo que imagina que va a pasar.

¿Veremos una “nueva luz” en el cielo que cambie la historia?

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