Cuando tenía 6 años de edad, estaba acostada en la cama y abrí los ojos y del espejo que tenía en mi cuarto vi un hombre despidiéndose de una mujer y un niño. Lo que vi era una especie de fantasma, era espantoso... él me voltió a ver el fantasma y yo cerré los ojos y se fue, era horrible.
Respuesta: A esa edad es fácil confundir sueños con la realidad, e incluso llegamos a "recordar" con alto nivel de detalle sucesos que nunca existieron.
Lo más increíble es que aseguraremos haberlo vivido, pero jamás pasó.